– Levanta la cabeza – era el aviso de mi madre seguido de un pescozón. En aquellos tiempos no era para mí conocida la común colleja – Parece que buscas tesoros en el suelo – decía, sin sospechar cuanto tenía de cierto.

La búsqueda de mi Mi preciado Fetiche, creció conmigo, y mi pasión se acrecentó hasta tal grado que pasé parte de mi pubertad preocupada creyendo que la excitación que me provocaba mirarlos podía afectar en el desenlace sobre mi, por aquel entonces, poco definida inclinación sexual.
Ellos fueron la perversión de mi inocencia en la búsqueda de los caminos que concluyen en el descubrimiento de mi sexualidad. Y así creció ese espíritu “voyeurista” que me acompaña, nada preocupante al principio, cuando solo veía en ellos la imagen maternal, con su tacón ancho y no demasiado alto, casi siempre negros.
Pero se presentaron ante mí cacería los libidinosos tacones de aguja embriagando mi raciocinio, y a partir de ese momento se acrecentó el deseo por descubrir mi verdadera identidad.
Os contaré en pocas palabras el origen y el desenlace de mis dudas.
Cuando vivía la primera fase de mi adolescencia, me cautivó el repiqueteo de unos tacones tras de mí que dejaron entrever, antes de manifestarse, la feminidad y el glamour de quién los portaba.
Me enamoré perdidamente hasta de las piernas que los calzaban. No vi más arriba; sólo vi aquellas largas y estilizadas piernas de mujer que se deslizaban en el asfalto con pasmosa seguridad a pesar de la elevación a que estaban expuestas, y culminaban ellos, los zapatos, inmaculados al final del recorrido con su hermoso tacón de aguja.
Durante mucho tiempo alimenté, en mis sueños, la esperanza de ser la Cenicienta alzada en la misma cima que me enamoró, luciendo aquel garboso transitar que tentaba las miradas de los viandantes al paso.
¿Crees necesario definir a qué lado de la balanza se pertenece, o por el contrario es preferible gozar la sexualidad indistintamente del genero con quién la compartes?
Sospecho que soy capaz de deleitar al máximo mi instinto sexual indiferenciadamente del género del ser que me atraiga para ello, pero eso sí, Nunca sin Mis Tacones!
Muy buena tu entrada! Yo hablo en mi blog sobre el fetichismo de los tacones:
ResponderEliminartn160.blogspot.com
Te añado a la lista de blogs ^^
Me complace mucho tu comentario. Gracias por incluirme en tu lista. Saludos.
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