Sexo anal ¿Que te ocasiona, deseo o inquietud?

 Aún hoy día sigue siendo una práctica poco deseada por muchas parejas, tal vez porque se le atribuyen connotaciones homosexuales, por miedo o por falta de información. Sin embargo empieza a ser la fantasía más recurrente de los hombres. 

"El sexo anal es una actuación diferente que hay que descubrir: la novedad suele ser excitante."

La penetración anal provoca una sensación placentera en el recto, en el hombre con la estimulación prostática y en la mujer a través del clítoris, permite una incitación desde el recto hasta los órganos sexuales y zonas pélvicas erógenas, transformable en una experiencia extremadamente placentera.

"Naturalmente parte del atractivo reside en el hecho de que el sexo anal es considerado tabú, y la atracción de lo prohibido es un poderoso estimulante para todos."

El sexo anal puede ser divertido y seguro si sigues los pasos mínimos adecuados para asegurar la buena experiencia, de lo contrario puede ser doloroso e incluso peligroso.

Para poder disfrutar esta variedad del sexo es necesario olvidarse de prejuicios y temores al respecto, relajarse y sentir las caricias del amante sin vergüenza ni miedo porque explore las zonas fecales de tu cuerpo. Sin prisas, con confianza, para que tu pareja detenga la penetración unos segundos si necesitas recuperar la elasticidad del músculo, porque algo distrajo tu excitación.

Aconsejable tener en cuenta la conveniencia de realizar la introducción del pene o de juguetes sexuales de manera paulatina para que se produzca una dilatación gradual del esfinter y evitar con ello posibles desgarros. 

Si mantienes tu higiene al día, utilizas buena lubricación e incluso te ayudará a aumentar tu seguridad, consiguiendo además una dosis extra de deslizamiento, el uso de preservativo, disfrutarás como no te imaginas del hecho. Pero no olvides que una buena penetración anal no será placentera a menos que tus músculos y tu mente estén relajados.

Por lo que resulta recomendable tratar de mantener un ritmo unísono durante la penetración y una estimulación constante, en las zonas erógenas, para facilitar el acto. 

Y cuando te sientas plenamente cómodo con la práctica, sigue explorando. Amplia tu experiencia introduciendo en el juego un sinfín de útiles, que conseguirán hacer de cada relación una experiencia diferente. Agudiza tus emociones y poseerás la cautivadora impresión de vivir una sexualidad más intensa.

Y tú: ¿Practicas el sexo anal? ¿Crees que es una experiencia dolorosa? ¿Qué te frena a hacerlo?