Cupido, el dios del deseo

Ya se prepara ese niño alado, con su dulce cara angelical de ojos vendados y armado de arco y perversas flechas de amor, para sorprendernos, aun sabiéndolo, el próximo 14 de febrero.

No esperes hasta el último instante para sorprender a tu pareja con un momento romántico, o la sorpresa puede ser para ti al no poder obtener lo deseado en el tiempo previsto.

Dispones de un sinfín de posibilidades para vivir ese encuentro: una cena romántica en un exquisito restaurante, una escapada de fin de semana en un acogedor hotel rural; pero no olvides los detalles que en cualquier situación conseguirán sazonar el hallazgo, unos pétalos de rosa en el lecho, unas aromáticas velas creando ambiente para un estimulador masaje, encajes de fina lencería tanto para regalar como para presentarla puesta, y grandes dosis de imaginación, que seguro tú tienes, para innovar nuevos juegos en tu relación con sofisticados juguetes que causaran el deseo ciego de tu amante y, cumpliendo tu misión, apaciguaras con un tórrido e inolvidable idilio.

“Querido Cupido: Suspiro porque en el cercano febrero enamores los corazones de los nóveles e inyectes nuevas y grandes dosis de amor a los veteranos”.