Rebajamos la cantidad de comensales alrededor de la mesa, comiendo y hablando a marchas forzadas para ver el fin a una mesa repleta de alimentos que ya no resultan tan suculentos porque tenemos acceso a ellos todos los días del año.
Rebajamos peso corporal, decididos a seguir la dieta para recuperar la línea perdida durante estas fiestas. Pero no nos engañemos, no es la firme decisión la que nos incita a seguirla de forma estricta sino la abundancia de reservas que aún nos quedan. ¡Hemos de conseguirlo! Que antes de darnos cuenta está aquí el dichoso verano, fatídico enemigo del Michelín.
Rebajamos con generosa retirada la desmesurada forma de soltar billetes para regalos, comida…
Pero cielos…, si llegan las REBAJAS ¿por qué siento irritación si han sido mi perdición todos estos años? Será porque no me queda saldo suficiente para comprar lo que me gusta a precios de escandalo… Ahhhh!!!
Habré de recurrir a Mi “otra” Perdición que me ofrece tentadores descuentos en sus exóticos productos y, estos sin duda, van a conseguir relajarme hasta extasiarme. Os invito a verlo.

jajaja muy bueno. Y real como la vida misma.
ResponderEliminarCreo que estas rebajas me gustan más que las del Corte inglés ¿eh?
Buen blog.
Un saludo.
Tambien se ha rebajado el afecto, la tolerancia..el cariño..cosas que no se pueden comprar pero si se abandonan es una gran pérdida.
ResponderEliminarBesos.
Mar
Hola!
ResponderEliminarYo la unoca rebaja que sigo después de navidades es la de cantidad de comida ingerida...jeje. Ahi si que hago buena rebaja... En la de compras ya me da igual, me agobia tanta gente y no me importa quedarme en casa... Eso si, alguien va por mi!!
Un saludo!!! Tienes un buen blog.... Te he conocido por el foro delconcurso20blogs!!!
Mucha suerte con el concurso, y para el blog!!
Xipo "En el mundo perdido" - Participante en la categoría de "viajes"