Tu propia confianza es la que motivará a tu pareja.
No es necesario
asistir a ningún curso formativo para ello, pero es bueno conocernos a nosotros mismos, nuestras pretensiones y
nuestros límites para poder compartirlos sin prejuicios.
La confianza en el sexo es la seguridad íntima al explorar ambos
cuerpos en profundidad (el tuyo y el de tu amante) mediante juegos amorosos,
sabiendo que tanto tú como tu pareja os iréis informando, sea con gestos,
gemidos o palabras, de lo que os gusta o lo que en ese momento no deseáis.
Dando rienda suelta a tu gozo creas un fuerte vínculo con la
otra persona, aunque ésta sólo sea una pareja ocasional, dejándola con deseos
de volver a vivir la experiencia contigo.
Casualmente los datos hablan de la confianza en el sexo del
hombre como si se diera por hecho que es él quien ha de motivar al sexo
femenino. Yo me revelo a ello, porque la confianza en el sexo ha de ser individual
e indistinta seas hombre o mujer, ya que se trata de satisfacer tus propias
fantasías y contagiar tú placer a tu sumiso en ese momento. La meta no es sólo llegar
al orgasmo, sino disfrutar compartiendo el devenir del proceso.
Lamer las zonas erógenas
de un cuerpo con la gula del que se come un helado al derretirse, pero con parsimonia
para que no se acabe, resulta extraordinariamente erótico para ambas partes. Más
añadir artículos propios para el
sexo supone nuevos desafíos a la relación y es parte del atrevimiento que
no debes descuidar.
Sorpréndele con el juguete
que provoque vuestro juego y experimenta las reacciones de tu propio cuerpo al
hacerlo, y disfruta codicioso de la diversión que te ocasiona ver como se
derrite ante tu placer. Notar como recorren sus manos y su lengua tu cuerpo es
muy tentador, pero sentir el frenesí en el tuyo cuando las caricias las
provocas tú eleva considerablemente la excitación.
Notarás en su expresión y en su entrecortada respiración cuanto
le gusta lo que le haces y de forma gradual acrecentará tu confianza porque
sabes que si algo no le agrada en ese momento te lo va a decir, y tendrás la
oportunidad de cambiar la táctica de tu juego, camelando sus sentidos hasta
conseguir tu propósito.
Antes de rendirte a los encantos de otro has de rendirte a
los tuyos propios, que bien seguro es que los tienes.
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Gracias por vuestra participación en mi Blog. Por querer compartir conmigo la perseverancia que mantiene la pasión y dar ese toque sensual necesario a la vida cotidiana.
Solo contestaré a comentarios que crea que lo requieren, pero aprovecho para agradeceros tan grato alimento. Saludos.